VIDA PLENA
Mi nombre es Alejandro, solía ser un chico normal de 16 años, estaba por terminar mi primer año en la preparatoria, tenía una novia maravillosa y una familia orgullosa de mí, no podía pedirle nada a nadie… o al menos eso pensaba.
El padre de mi novia durante varios años había investigado una forma de evadir una extraña enfermedad que padecía, al ser un hombre adinerado los recursos no eran un problema, sin embargo sí que lo era el tiempo, que cada día parecía acortarse más y más. Su esposa, la señora Marisol le apoyaba en todo, sin embargo apenas estaba enterada de su investigación y el objetivo que él buscaba, ella mayormente se concentraba en ser la administradora del hogar, así como comprarse cosas con el dinero que el señor Perez ganaba.
Mi problema comienza esa fatídica noche del 31 de diciembre, mi novia, Marissa, me había invitado a cenar a su casa, lo discuti con mis padres quienes en un inicio no querían que pasara el fin de año en una casa ajena, luego de varios días de súplicas logre convencerlos, estaba listo para presentarme formalmente con sus padres. Preparé mi mejor traje, me corté el cabello y a las 8:00 pm ya me encontraba fuera de su casa. El recibimiento fue por lo menos peculiar, la señora Marisol abrió la puerta inmediatamente después que toque, estaba usando un vestido rojo muy escotado, que sin duda dejaba ver un buen par de tetas, de algún lado las debía heredar Marissa, me tomó por sorpresa y con un abrazo me jalo dentro de la casa.
Esperé sentado en la sala a mi novia, quien aun estaba arreglándose, mientras eso pasaba pude entablar una charla con Joaquin y Dolores, un par de señores entrados en años quienes habían servido como empleados a la familia Perez desde hace más de 25 años. Las horas pasaron y por fin era hora de cenar, Melissa se veía magnifica como siempre, estaba usando un conjunto de falda y tirantes que sabia me volvia loco, no podía esperar para conocer a su papá, sin embargo la noche continuaba y el señor ni sus luces, trate de no darle importancia hasta que de la nada entro al comedor con lo que parecía ser un pergamino maltratado y reescrito varias veces.
Sr Martin: -¡Lo conseguí! por fin después de todos estos años la tengo, al fin tengo acceso a la cura!
Su familia asi como el resto de nosotros nos quedamos atonitos, la imagen del señor no era para nada como lo imaginaba, barbon, pequeño, encorbado, sus dientes amarillos y torcidos, su barba larga y desaliñada, no parecia ser un hombre rico, mucho menos uno que pudiera desposar a alguien tan buena como la Sra Marisol.
Sr Martin: -Pero que esperan, quiten todo de la mesa, vamos a probarlo ya mismo, no podemos pasar de la media noche!
El pequeño y extraño hombre derribó los platos de la cena, así como las copas de vino, pude notar en la cara de Joaquin y su esposa el disgusto de que luego deberían limpiar todo aquello; el hombre procedió a extender dicho pergamino sobre la mesa, sin previo aviso derramó su saliva en el mismo y comenzó a realizar un cántico extraño, yo solo podía pensar para mi mismo: donde te metiste Alejandro.
Un destello atravesó la habitación de golpe, recuerdo bien como aquella luz impactó contra mi rostro y pude sentir como si mil trenes me pasaran por encima, el golpe debió ser muy fuerte, ya que quede en el suelo por un buen rato. Intente levantarme lentamente, me sentía excepcionalmente cansado, era como si hubiese realizado mucho ejercicio, sin embargo no le di importancia, me levanté en mis rodillas y comencé a buscar a Marissa, mis piernas temblaban mientras avanzaba, cuando la encontré trate de moverla con mi mano, notando como ahora tenía múltiples anillos en la misma, además de las uñas pintadas (pero que carajos). Me reincorpore sentandome, mire mis manos dándome cuenta que estaban ambas manicuradas y parecian mucho mas viejas, inclusive teniendo arrugas en las mismas, me espante y lentamente mire abajo notando aquel escote que me recibió hacia apenas unas horas, estaba usando el vestido de la Sra Marisol, pero no solo eso, estaba usando sus tetas, asustado trate de despertar a Marissa una vez más, quien comenzaba a despertar.
Marissa:-Puta madre Dolores, te dije que mejor nos fuéramos a cenar a la casa!
Marissa cubrió su boca luego de hablar, mirando extrañada sus manos, como si fuese la primera vez que las mirara, mientras tanto al fondo de la habitación el Sr Martin se levantaba lentamente
Sr Martin: -Perdóname Joaquin, pero la señora Perez me insistio mucho
Estaba atónito, parecía que el Sr Joaquin estaba habitando el cuerpo de Marissa y su esposa el cuerpo del Sr Martin, me arrastre por el piso ya que no podía pararme con los tacones que ahora llevaba, encontrando mi cuerpo tendido en el piso, lo coloque en mis piernas y comencé a sacudirlo con suavidad, mientras despertaba en el fondo sonaba la voz de la señora Dolores
Dolores: Maldita sea, esto no debía de pasar, no no no no no no no
la mujer decía mientras daba vueltas de manera efusiva, anotando en un papel cosas que ahora mismo no me interesaban, de repente mi cuerpo despertó mirándome y con una voz tierna me dijo
Alejandro: Mamá? que paso?
Marisol (Alejandro): Marissa? ¿Eres tú?
Alejandro (Marissa): Claro que soy yo, porque no lo…..
Giro su rostro hacia abajo, notando como ahora vestía mi antiguo traje, causando que se desmayara a los pocos segundos.
Joaquin (Marisol):Que es esto!!!!
Un grito sonó al fondo de la habitación, el cuerpo del señor Joaquin tomaba su miembro con ambas manos asqueado, cayendo de espaldas poco después.
hola!, que buen inicio de historia, ya quiero ver como la desarrollass
ResponderEliminarDeberías continuarla y no dejarla años, es interesante, deberías de darle imágenes de los cuerpos
ResponderEliminarOjala la continúes, se ve que es muy buena historia!
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