HISTORIAS (3)

Llegamos a lo que parecía ser mi nuevo “hogar”, una casa relativamente grande, 2 pisos, muchas habitaciones y una enorme puerta roja, los padres de la mocosa me llevaron a su habitación, caminaba en silencio pretendiendo que seguía en shock, aparentemente había funcionado pues no me preguntaron nada,  solo me recostaron, la mujer beso mi frente y apagaron las luces.

Fingí dormir por unos 20 minutos, claro no desperdicie ese tiempo, metí mi mano bajo la pijama y por fin le di un buen agarre a ese par de tetitas que me cargaba, la sensación era indescriptible, podía escuchar mis gemidos; que callaba a propósito, era de lo más erótico. Baje mi mano despacio, levante el pantalón de pijama que me habían dado en el hospital y comencé a tocar mi nuevo equipo, estaba empapada, era como un grifo abierto, y me encantaba, subí mi mano lentamente para oler aquellos fluidos, el aroma era delicado, procedí a probar mis nuevos jugos repitiendo el ciclo un par de veces.

Luego de que todo ruido cesara dentro de la casa me levanté, encendí la luz y procedí a explorar mejor el cuarto de la mocosa, encontré varios trofeos de natación, así como reconocimientos escolares, era toda una cerebrito. Del closet tome un pantalón y una blusa, necesitaba salir a aclarar mis ideas, me quite aquella pijama y me puse sin mucho más aquella ropa, obviamente no sabía cómo colocarme un brasiere así que ni el intento hice; abrí la ventana y salí por la misma, no estaba muy lejos de la casa de mi amigo Juan, por lo que sin perder más tiempo camine a su casa.

Luego de un rato llegue, toque a la puerta y de manera nerviosa mire a mi alrededor, me sentía mucho más vulnerable, pero no iba a dejar que ningún cabrón echara a perder mi segunda oportunidad; en ese momento, la puerta detrás de mí se abrió un poco dejando ver a juan y su gorra desgastada que siempre usaba: -Hola Hola chiquita, que puede hacer el buen juan para ayudarte.

-Soy yo pendejo, Julian, déjame entrar que hace frío

-jajaja asi que te llamas Julia, mucho gusto

Con mi pequeño brazo le di un puñetazo por la abertura de la puerta, liberando el seguro poco después entrando a la casa. 

-Eres un pendejo de veras, que soy JU-LIAN, JULIAN, tu compadre!.

Luego de un buen rato explicándole poco a poco lo que me sucedió y habiendo tenido que dejarlo tocarme una teta por fin empezó a creerme; me tire en su sofá sentándome sin cuidado y tome uno de los cigarrillos que siempre tenía sobre la mesa.

-vamos a recapitular, entonces despertaste sin más en su cuerpo? y que se siente? supiste que te van a velar mañana?

-No se porque pero si, desperté en su cuerpo, y si hubieras visto a su mamá uff mucho mejor, se siente extraño, sin duda me siento más ligero y los orgasmos son otra cosa, además tiene una familia medio acomodada, así que no me puedo quejar. ¿Me van a velar? supiste si alguien respondió por mi o quien pagó?- pregunte preocupado

-Naa jaja que van a andar respondiendo por ti, te van a velar mediodía para ver si aparece alguien y luego echarte a la fosa común.

Hable con él un par de horas más, la noche se pasó rápido y ya era hora de ir a la casa de la mocosa, o sus padres se darían cuenta; Juan me llevó de vuelta y quedamos de estar en contacto, subí a mi habitación y me metí bajo las cobijas para dormir un poco. 

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Y eso fue todo mis amores, espero les guste esta nueva entrada, ustedes que hubieran echo de haber estado en el lugar de Julian?

Espero enserio poder seguir mas constante en el blog, recuerden si tienen alguna petición de historia corta (autoconclusiva) pueden dejarla aquí en los comentarios 


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