Venganza 1

 Ruben se encontraba como de costumbre en su celda, las paredes de concreto laceraban su piel al contacto, -65 años no pasan en balde- pensaba el hombre mientras miraba por la pequeña ventana de su celda, había pasado los últimos 25 años encerrado en dicho agujero, aquella ventana era lo único que le mantenía aún cuerdo. Como de costumbre llegó la hora de salir al patio, luego de un tiempo dentro la prisión Ruben se había hecho de bastantes enemigos, principalmente por su conducta vulgar y pervertida cuando las visitas de los otros reos llegaban a verles, por lo que cada día se llevaba una golpiza, sin embargo quien se había vuelto su principal victimario era Manuel, un antiguo cabecilla un cartel, el cual aprovechó su poder dentro de la prisión para hacerle la vida miserable a Ruben, llegando a sobornar a los guardias para darle golpizas por la noche o inclusive confiscar sus alimentos o ponerlo en aislamiento.



Ruben en todos esos años fue desarrollando un resentimiento que poco a poco con cada golpe fue madurando en un odio irracional, busco una y mil formas de vengarse, sin embargo toda la prisión era de Manuel, por lo que al apenas poner en marcha cualquier plan este terminaba en otra golpiza aún más fuerte para Ruben; pero las cosas estaban a punto de cambiar.
Por fin había llegado el día de visitas, Ruben tomó aquel anillo que tanto tardó en conseguir y lo colocó en su mano, en el instante sus ojos brillaron en un leve color turquesa que desapareció poco después. Había pedido de favor a su amigo Mario para que lo visitara, el hombre había sido su compañero de celda por casi 5 años, se conocían todo el uno del otro, por lo que accedió sin mucho problema, Ruben le había prometido ver “un verdadero show”. Luego de estar platicando por algunos minutos Manuel salió del pabellón de criminales peligrosos, a su alrededor un par de guardias lo guiaban, pero más que cuidar a los demás de él, servían de guardaespaldas al hombre, justo detras de Ruben se encontraba Veronica, la esposa de Manuel, una tipica esposa trofeo, un cuerpo escultural, una cara preciosa, un coeficiente menor que la media. La hora de visitas estaba terminando, uno a uno los guardias comenzaron a meter a los reos nuevamente, Ruben simplemente le guiño el ojo a Mario para luego girarse y pretender atacar a la esposa de Manuel, poniendo el anillo en su frente, un destello de luz cruzó los ojos de ambos, rápidamente Ruben reaccionó tomando el anillo, frente a él estaba su antiguo rostro, mirando horrorizado, el nuevo Ruben, comenzó a gritar de forma muy afeminada -Quien eres? porque luces como yo? que me hiciste maldit…..-


Aquellos reclamos no duraron mucho, uno de los guardias golpeó su nuca dejándolo inconsciente en el momento, mientras tanto el verdadero Ruben en el cuerpo de Veronica era ayudado por Manuel y los guardias a levantarse -A ver pendejos, que no están para cuidar que estas pendejadas no pasen?- Dijo Manuel molesto, pateando el cuerpo de Ruben en el suelo -Ahorita me desquito con este pendejo vieja, tu mejor vete yendo y nos vemos en una semana- Manuel se acercó a besar a su esposa, quien con asco le correspondió el beso en la mejilla, tomando su bolso y caminando de una manera torpe a la salida de la prisión, alcanzando a Mario en la salida tomándole del brazo: -No te dije que sería un verdadero show-. Mario se detuvo sorprendido, su cerebro tardaba varios segundos en procesar lo que acababa de suceder, acaso su amigo se había convertido en ese bombón?-Ruben?- Mario dijo incrédulo mientras la mujer hacía una seña de silencio -Callate wey, nos van a cachar, mira hablemos afuera- Dijo sujetándose de su brazo, era evidente que le costaba caminar en aquellos tacones de aguja, pero sabía que debía mantener las apariencias.
Una vez llegaron al estacionamiento Ruben busco en su bolso las llaves del auto que la mujer llevaba, encontrando las de un mercedes y presionando los botones con sus uñas decoradas abrió el mismo, entrando con Mario quitándose los tacones luego de ello. -No mames, pinche vieja esta de huevos, un culazo, unas tetotas, y esta carita- dijo mientras acariciaba sus labios con sus dedos mirándose en el espejo retrovisor, mientras su mano izquierda acariciaba su pecho por encima de su vestido, sintiendo la suavidad de la seda del mismo. -Compadre, neta eres tú? pero como le hiciste?- Ruben se sacó aquel anillo de los delgados dedos de la mujer, dandoselo en la mano a Mario, evitando tocarlo al mismo tiempo que él; -Con esta chingadera mijo, me costo todo lo que me quedaba de dinero, pero valio cada puto centavo- Era extraño mirar a una mujer tan bonita hablar como un reo mas, sin embargo pronto Mario entendio cual era el plan de Ruben: darle en lo que mas le dolia a Manuel.
Ruben condujo hacia la casa de la mujer, el camino no había sido fácil, tantos años encerrado le habían limitado su conocimiento sobre los teléfonos inteligentes, internet entre otras cosas, mientras Mario le explicaba, Ruben continuaba acariciando su cuerpo de vez en vez, disfrutando aquellas nuevas sensaciones que transmitían sus nuevos pechos. Una vez habiendo llegado a la casa Ruben procedió a retirar aquel ajustado vestido, quedando solo en tacones, bra, medias y pantaletas, mirando su reflejo en un espejo mientras se conocía más a fondo, dando un espectáculo más que agradable a Mario, quien trataba de ocultar la erección que poco a poco se formaba en su pantalón, cosa que rápidamente notaría Ruben, o más bien “Verónica”:

-Que mijo, te gusta lo que ves?-. Lentamente se acercó a Mario contoneando su voluptuoso cuerpo, posando sus brazos en sus hombros y cambiando aquella actitud tan masculina que tenía: -Sabes Mario? me toco todas las noches pensando en ti, me encanta la idea de sentirte dentro, que me llenes completa de tu leche- Veronica acariciaba la nuca de Mario, usando aquellas largas uñas decoradas para excitarlo, Mario sin poder contenerse mucho más se abalanzó sobre la mujer, besándola en el acto, acariciando su cintura mientras sus labios se poco a poco recorrían su cuello hacia su pecho, causando un suave gemido de parte de “Verónica”: -Pero que bien se siente!- Decía Ruben mientras con su nueva y delicada mano acariciaba el miembro de Mario, este último mientras tanto se había posicionado sobre Ruben, moviendo su ropa interior a un lado se dispuso a penetrar a su amigo, quien solo asentia con la cabeza mientras subía sus manos a sus senos, bajando el bra y dejando entrever sus pequeños y delicados pezones.

Súbitamente lo sintió, el miembro erecto de su amigo estaba atravesando su pelvis, la sensación era, maravillosa?, no sabía cómo definirlo, pero era magnífico, cada embestida causaba en su interior mas y mas placer, eran como una serie de pequeñas descargas eléctricas, sus nuevos senos rebotaban mientras era impactado una y otra vez, causando que sus nuevos genitales produjeran aún más lubricante, miraba hacia abajo gimiendo del placer que su mejor amigo le causaba, hasta que de repente, sin previo aviso aquel placer aumento aun mas, haciendole contraer sus piernas alrededor de su amigo, explotando en un grito tan fuerte que fácilmente sería escuchado por los vecinos, acompañado de una pequeña pero contundente expresión: -Wow, no mames-.


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Bueno mis amores, eso fue todo en el episodio del día de hoy, ponganme en los comentarios que harían si estuvieran en la posición de Ruben, si quieren que les traiga una continuación en especifico o tienen alguna petición ;)


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